viernes, 14 de diciembre de 2018

El pensamiento lateral, instrumentos y técnicas.

Las técnicas de generación de ideas se pueden definir como "procedimientos para estimular el potencial creativo de los sujetos y ponerlo a disposición de la solución de diversos tipos de problemas. Estas técnicas tienen un amplio uso donde la creatividad es un elemento fundamental.




Pensamiento lateral.

Término planteado por Edward de Bono (psicólogo por Oxford), se considera un método creativo e imaginativo para la resolución de problemas de manera indirecta, organizando de una manera no ortodoxa los procesos del pensamiento, por tanto, empleando estrategias que normalmente no se tendrían en cuenta al hacer uso del pensamiento lógico.

Hablamos pues, de un pensamiento creativo, pero uno que se puede cultivar y desarrollar como una habilidad más, sin tener en cuenta las capacidades personales de cada cual.
La técnica del pensamiento lateral propone que mediante provocaciones al pensamiento elijamos una dirección nueva que nos aleje del camino habitual.




El pensamiento, según Edward de Bono, se divide en dos fases: una primera de percepción y una segunda donde se procesan estas percepciones. Este proceso genera unas pautas que suscitan en nosotros un sistema de pensamiento lógico. Por ejemplo, veo una botella de agua vacía (fase perceptiva), pienso que sirve para rellenarla y beber (fase de procesamiento). El pensamiento lateral propone dar saltos conceptuales que posibiliten romper esta pauta de pensamiento para salirnos de este confort lógico de forma que la percepción se vea modificada y surjan nuevas soluciones alternativas, por ejemplo, usando la botella anterior hago un comedero para pájaros.


Las soluciones que encontremos con esta forma de pensamiento creativo serán irreales o sin sentido, al contrario, son totalmente válidas y orientadas a la resolución del problema. El hecho de no haber usado un pensamiento lineal clásico (que sólo puede ir avanzando en sus conclusiones a partir de ideas lógicas igualmente lineales) no resta en absoluto validez ni al proceso ni al resultado.



El Foco.




Es un instrumento creativo que pretende fijar la atención en un punto, lo cual depende completamente del individuo.

      Foco simple                              Foco específico                    Foco de área general.

Ocasiones de los focos.
Necesidades o propósitos definidos: Brindar oportunidad para el uso de pensamiento creativo.
Revisión de rutinas: No hay tarea ni problema específico y puede darse con un foco de área general o propósito.
Punto sensible a las ideas: Una idea producirá un efecto importante.
Capricho: Concentración en algo sin razón alguna, cuestiones a las que los demás no han prestado atención.



Cuestionamiento.
Es un incentivo para lograr la singularidad y al practicar cuestionamiento creativo nos interesamos por las razones que podrían responder a la pregunta ¿por qué?. Después de formularnos el cuestionamiento, continua la búsqueda de alternativas que incluyen tres elementos: bloquear, salir y abandonar.





El cuestionamiento crítico trata de evaluar si el modo actual de hacer algo es correcto. El cuestionamiento creativo, en cambio, opera sin intención de juzgar. Es un incentivo para lograr la “singularidad”. Casi siempre se da por sentado que la manera presente de trabajar debe de ser la mejor, por diversas razones. Existe una especie de acuerdo tácito de que, mientras no se demuestre lo contrario, la actual manera de hacer las cosas es la mejor posible. El cuestionamiento creativo pone esto en duda sin atacarlo. Sencillamente busca la posibilidad de una alternativa a lo existente haciéndose preguntas.


Abanico de conceptos.

Al pasar de una idea a un concepto, éste se convierte en el punto fijo para otras ideas. Pero, al mismo tiempo, vamos creando conceptos nuevos que se convierten en el punto fijo para ideas alternativas. Este proceso se denomina “abanico de conceptos”. 




Los tres niveles del abanico de conceptos son los siguientes:
1) Direcciones: son conceptos o enfoques muy amplios; el más amplio que uno puede concebir se convierte en la dirección.
2) Conceptos: son los métodos generales de hacer algo.
3) Ideas: son las maneras concretas y específicas de poner en práctica un concepto.

Una idea debe ser específica; debe ser posible su puesta en práctica directamente. Podemos utilizar la siguiente analogía: si uno se dirige al norte, esa es su “dirección”. Hay muchas rutas que van hacia el norte. Estas son las maneras; por lo tanto, son los “conceptos”. Pero uno tiene que hacer algo específico para viajar por una de esas rutas (viajar en automóvil, caminar...). Esa acción específica es la “idea”. A algunas personas les desconcierta que establezcamos una diferencia entre “conceptos” y “direcciones”, ya que la diferencia es relativa. Una “dirección” consiste simplemente en el concepto más amplio que uno puede concebir. Si después pensamos en un concepto aún más amplio, este se convierte en la dirección.


Provocación.


Muchas ideas nuevas surgen por azar, accidente, error o “locura”. Estos hechos producen una discontinuidad que nos obliga a rebasar los límites actuales de lo “razonable” establecidos por nuestra experiencia. La provocación deliberada es un método sistemático que puede producir los mismos efectos. No tenemos que esperar el cambio, el accidente o el error. Podemos ser temporalmente “locos”, solo durante treinta segundos cada vez, y controlar la situación. Podemos conectarnos y desconectarnos de la locura a nuestro arbitrio. Por eso la provocación es un aspecto tan fundamental del pensamiento lateral y de la creatividad en general.




La provocación consiste en lanzar una frase que a priori puede parecer completamente imposible. Anteponemos a la frase la palabra provocación para indicar que se trata de una provocación. Por ejemplo: “Provocación, los automóviles tienen ruedas cuadradas”. Esta afirmación que parece, a primera vista, ilógica e incluso alocada, nos permite pasar del sistema de pautas principal o establecido al desvío. La finalidad de la provocación es precisamente desviarnos del recorrido habitual del pensamiento. A partir de la provocación avanzamos hasta encontrar un nuevo punto que, retrospectivamente, parece ventajoso. Lo que verdaderamente importa es el modo de salir del camino establecido.


Movimiento


El movimiento es una operación mental extremadamente importante. Es fundamental para la creatividad. Es casi imposible ser creativo sin tener destreza en el “movimiento”. No es una parte normal de nuestro comportamiento de pensamiento, excepto quizás en la poesía. En la lírica nos desplazamos desde las imágenes y las metáforas hacia los significados y los sentimientos.

Se considera al movimiento un fin de pasar de una idea útil a una provocación o a un concepto conveniente. Sin movimientos no tiene sentido utilizar la provocación.


Podemos decir que el “movimiento” significa la disposición para desplazarse de una manera positiva e indagadora, en vez de detenerse a juzgar si algo es correcto o erróneo. En la creatividad lo que nos interesa es conseguir ideas prácticas, válidas y útiles. La diferencia Consiste en que la creatividad acepta muchas maneras de alcanzar ese objetivo.

Una de las técnicas más poderosas del movimiento es la técnica de “minuto a minuto”. En ella imaginamos la provocación hecha realidad, aunque ello signifique entregarnos a la fantasía. Visualizamos lo que sucedería minuto a minuto. No nos interesa el resultado final, sino la observación de los acontecimientos que se van produciendo. Luego, a partir de esta observación, tratamos de desarrollar un concepto o una idea interesantes.












http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962017000300011